sábado, 11 de agosto de 2012

Escoliosis

Nuestra columna vertebral tiene una curvatura que le ayuda a la parte superior del cuerpo a mantener el equilibrio y la alineación apropiados. Pero, cuando la columna se curva de lado a lado, nos referimos a ello como escoliosis.  Hay muchas causas para la escoliosis, incluyendo deformidades de la columna vertebral congénitas (presentes en el nacimiento, ya sean heredadas o provocadas por el entorno), afecciones genéticas, problemas neuromusculares y longitud desigual de los miembros. Otras causas para la escoliosis incluyen parálisis cerebral, espina bífida, distrofia muscular, atrofia muscular espinal y tumores. Más del 80% de los casos de escoliosis, sin embargo, no tiene ninguna causa conocida.


Los síntomas de escoliosis variarán con cada persona. Sin embargo, los síntomas pueden incluir lo siguiente:
  • Hombros a distintas alturas, un omóplato más prominente que el otro
  • Cabeza no centrada directamente sobre la pelvis
  • Apariencia de cadera elevada, prominente
  • Cajas torácicas a distintas alturas
  • Cintura desigual
  • Cambios en el aspecto o la textura de la piel que recubre la columna vertebral
  • Apoyo de todo el cuerpo en un lado
  • Prominencia costal cuando se agacha
Un médico puede diagnosticar escoliosis con una prueba de diagnóstico como una radiografía, radiografía espinal, tomografía axial computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM) de la columna vertebral. La curvatura de la columna vertebral se mide y expresa en grados. Generalmente, una curva se considera importante si es mayor de 25 a 30 grados. Las curvas que exceden 45 a 50 grados se consideran graves.  Algunas personas pueden tener una escoliosis tan grave que requiera cirugía. Sin embargo, muchas curvas de escoliosis nunca progresan hasta el punto de necesitar cirugía. El médico le aconsejará sobre qué opción de tratamiento es apropiada para su afección. 



Elaborado por: Lisbeth Pérez


No hay comentarios:

Publicar un comentario